Llevo tres semanas queriendo pintar mi mandala, y no encuentro las dos horas que necesito para desconectar y hacerlo. Digo yo que eso querrá decir algo...
Mientras me pongo o no me pongo, os dejo otro de los que pinté, pero que no es mío:
Por cierto, cuando ponga orden en mis cosas y encuentre estos mandalas en blanco (que seguro que están en algún rincón de mi casa), prometo colgarlos por si os apetece pintarlos.